Inestabilidad laboral, bajas remuneraciones, atrasos en pagos, ausencia de política de contratación, precariedad en el espacio físico, nulas vías de participación, lagunas previsionales, y pérdida de becas para los hijos, son algunos de los problemas que enfrentan los llamados “profesores por hora” o “profesores taxi”, de la Universidad de Santiago (USACH).
Reunión 25 de noviembre |
Ante esta grave situación, y con el valioso apoyo e iniciativa de algunos
profesores afectados, la Asociación de Académicos (ASOACAD) de la
Universidad convocó a una asamblea, este lunes 25 de noviembre, para
conocer las diversas realidades que viven los docentes y de ese modo
construir un diagnóstico más completo que permita avanzar hacia la solución
de sus demandas.
“El Estatuto Orgánico de la Universidad de Santiago (DFL Nº 149, 1981)
en su artículo 29º, luego de definir a los funcionarios académicos, señala
que ‘existirá además personal nombrado por horas de clase para colaborar
en la actividad académica’. Ya desde su denominación, la actividad del
profesor por hora de clases se ve disminuida, no obstante realizan alrededor
del 50 por ciento de la docencia en aula de nuestra Universidad”, señaló
Rodolfo Jiménez, presidente de ASOACAD.
Ante esta situación, Jiménez explicó a los cerca de 80 profesores presentes,
que la Asociación ha realizado un conjunto de acciones para levantar un
diagnóstico de la situación, construir propuestas y trabajar por una mesa de
negociación con la autoridad.
Es necesario destacar que el nuevo Estatuto Orgánico aprobado en
2008 que termina con la denominación de los profesores por hora
como “colaboradores de la docencia” y los define como académicos con
derechos y deberes. En su Artículo 73º, por ejemplo, se indica que “los
académicos por hora de clases tendrán el derecho de solicitar incorporarse
al cuerpo académico regular, para lo cual deberán someterse al proceso de
jerarquización, de acuerdo al Reglamento de Carrera Académica”. En este
sentido y por cuanto la promulgación legal de dicho Estatuto no se ve factible
a corto plazo, los tres estamentos están comprometidos en levantar este año
partes relevantes del mismo mediante un acuerdo político interno.
En la USACH existen cerca de 1200 profesores por hora, algunos de ellos
trabajando con esta modalidad desde 1975.
Los 7 puntos y sus posibles soluciones
Estos son los principales problemas que aquejan a los profesores por hora
y que ASOACAD presentó como diagnóstico inicial, junto con propuestas de
solución diseñadas tras reuniones con docentes. La asamblea manifestó su
acuerdo ante los siguientes siete puntos:
1.-Estabilidad. Cada semestre la mayoría de los profesores por hora, deben
solicitar al coordinador respectivo, jefe de carrera o de área, su asignación
docente, respecto al semestre actual. Este sistema de asignación es vejatorio
ya que depende del voluntarismo de jefaturas.
Solución 1. La asignación de los profesores por hora debe ser anual; es
decir, respetar en el segundo semestre el número de horas asignadas en el
primero, salvo excepciones puntuales.
Solución 2. Llamar a concurso para la asignación de horas evitando
designaciones arbitrarias.
2. Remuneraciones. Actualmente la remuneración de un profesor con 16
horas de clases, con gado académico, oscila entre los 400 y 600 mil, líquido
mensuales.
Solución. Aumentar el rango entre 600 a 800 mil, líquido.
3. Aumento de horas. Esto permitirá que los docentes tengan permanencia
efectiva en la universidad y además mejorar la calidad de la docencia
impartida, ya que podrán tener tiempo asignado para atención de los
alumnos.
Solución: Regularizar los pagos y trasparentar el nombramiento de los
académicos beneficiados.
4. Perfeccionamiento Docente. Debido a su formato laboral los profesores
por hora no tienen el tiempo para auto estudio o perfeccionamiento
sistemático.
Solución. Asignación de horas y facilidades para un perfeccionamiento en su
línea específica o área interdisciplinaria (con exigencia de rendimiento).
5. Espacio físico. En su mayoría, los profesores por hora no tienen lugar
físico, casilleros, computador, impresora, teléfono, secretaria. Deben corregir
pruebas en cafeterías u otros lugares, transportar sus pruebas, libros y
notebook durante toda la jornada, y ocupar los baños de los estudiantes.
Solución. Dotar al cuerpo de profesores por hora de espacios dignos,
confortables, seguros, con equipamiento y elementos tecnológicos
adecuados.
6. Participación. Los profesores por hora no participan de ningún tipo de
elección salvo en el último claustro.
Solución. Tener derecho a elegir representantes en Consejo de
Departamento o Escuela, Consejo de Facultad, y Consejo académico y en la
elección de autoridades.
7. Jornada Docente. Se ha propuesto en varias instancias crear una Jornada
Docente que concursable. Esto mejoraría significativamente la calidad del
servicio que prestan.
Testimonios
La instancia permitió que docentes de distintas carreras compartieran sus
experiencias y expresaran su malestar sobre su situación laboral, estos son
algunos de sus testimonios:
“El problema principal es que todos los semestres estamos sometidos a una
señora feudal que decide si tenemos o no horas de clase. No hay una política
de contratación. Es un acto sumamente violento que después de llevar años
haciendo clases aparezca alguien y nos diga que no tenemos horas”.
“El gran vacío es tener esa sensación de que las horas que nos dan son un
regalo, son como una limosna. Como profesional yo me he ganado mi lugar.
Estamos desprotegidos y para eso necesitamos unidad”.
“Hay un excesivo culto a la amistad, es necesario llamar a un concurso
abierto y transparente para las contrataciones”.
“En otras universidades hacía las mismas tareas que hago acá pero sí tenía
derecho a voto. Nosotros también investigamos, nos actualizamos y hacemos
docencia. Todo lo que signifique legitimar nuestra calidad de académicos da
fuerza para validar nuestras demandas”.
“El 99 por ciento de las clases de química para ingeniería las hace el profesor
por hora. Desde el 2010 trabajo con un sistema de contratación semestral:
me contratan en marzo pero me pagan en mayo, lo que me generó lagunas
previsionales en mi AFP. Por otro lado, en Química no tenemos oficinas ni
tinta para imprimir. Los alumnos no pueden acercarse a hacer consultas
porque no hay profesores fuera de la jornada lo que baja la calidad docente.
Y peor aún, sin ninguna razón nos pueden decir que se acabó nuestro
contrato”.
“En mi carrera el nuevo subdirector académico, desde que fue nombrado
este año, echó a los profesores sin avisar. A compañeras mías que tenían
clase el semestre siguiente no les renovó el contrato y metió a gente que él
conocía. A todos nosotros nos ponen el horario sin preguntarnos si podemos
o no y cuando te quieren echar te cambian el horario arbitrariamente, nunca en mi vida me habían tratado así en un trabajo.”
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